Pixar, Tesla y Microsoft innovaron, se transformaron culturalmente y superaron las barreras que se les presentaron. Ser líderes en sus industrias tanto fuera como dentro de una compañía no es para nada fácil y acá tenés los ejemplos.

Mucho se habla de la importancia de la innovación para las empresas y la sociedad en general y el hecho de que la cultura ha mostrado ser una de las mayores barreras para el rendimiento de la innovación. Grandes líderes y empresarios afirman que una sólida cultura de innovación es el motor que impulsa a una empresa a mejorar su talento constantemente, desafiarse y avanzar.

En este post, te explicaremos qué hace que una cultura sea innovadora, así como la forma de moldear una cultura existente hacia la innovación. También, usaremos tres casos emblemáticos de empresas líderes en su rubro para que puedas llevarte aprendizajes y aplicarlos a tu negocio.

Derribar mitos

Según Gary Pisano, profesor en la universidad de Harvard, la clave para desarrollar una cultura de innovación está en entender sus paradojas: “La tolerancia al fracaso requiere una tolerancia a la incompetencia. La voluntad de experimentar requiere una disciplina rigurosa. La seguridad psicológica requiere sentirse cómodo con la franqueza brutal. La colaboración debe equilibrarse con la responsabilidad individual. Y la horizontalidad requiere un liderazgo fuerte”.

Así es como, más allá de cualquier esfuerzo, si un líder no puede gestionar estas tensiones, los intentos de crear una cultura innovadora fracasarán. El fundador de la empresa deber ser capaz de encontrar un equilibrio y combinar atributos y comportamiento que suelen considerarse mutuamente excluyentes.

Ejemplos de culturas que innovaron

Pixar

Esta empresa es una de las más famosas de la industria creativa, del cine y de la animación. Es pionera en su rubro con una cultura de colaboración y una misión muy fuertes.

Un dato interesante de la empresa es que mantuvo su cultura intacta a pesar de su rápido crecimiento y, de hecho, consiguió aumentar la creatividad sin sacrificar la calidad de sus productos, gracias en parte a una serie de prácticas y principios estructurales que tenían en marcha. Entre ellos, Pixar ofrece libertad, seguridad psicológica a sus equipos, al tiempo que mantiene expectativas de rendimiento altas.

Un ejemplo famoso de esas prácticas es el Braintrust, una reunión periódica en la que todos los directivos creativos más experimentados de la empresa se reúnen para evaluar los progresos de cada proyecto en curso. “El objetivo es que cada experto aporte el feedback más brutal y sincero para llegar a la excelencia”, explica Ed Catmull, fundador de la empresa.

Tesla

Esta es otra empresa en la lista de las empresas que innovaron y siguen superando todos los límites. Muchos de sus empleados consideran que, si bien es un espacio de trabajo exigente, las gratificaciones son enormes y el compañerismo único. Sin embargo, otra gran cantidad de los empleados encuentran difícil estar a la altura de las expectativas de la compañía, especialmente en los líderes de la primera línea de la empresa.

De esta manera, Tesla demuestra que las culturas empresariales verdaderamente innovadoras no son una utopía perfecta en donde “todo es genial”. A veces, más allá de las ventajas y las desventajas de trabajar en una determinada organización, cabe preguntarse si se está atrayendo al perfil adecuado para sumarse al equipo.

Microsoft

Esta empresa pionera nos llevó a la empresa de la PC y llegó a tener hasta 140 mil empleados en todo el mundo. Sin embargo, algunos críticos consideran que se estancó y se volvió “individualista y burocrática” con una fuerte competencia interna a la par que otros players del mercado  tenían más para ofrecer.

Entonces, la compañía decidió atravesar un cambio de dirección y probar nuevos objetivos. Desde que Satya Nadella se convirtió en CEO, hubo un viraje para transformar la cultura hacia más innovación, empatía y orientada al propósito con un enfoque en la humildad y la mentalidad de crecimiento.

Sin dudas el cambio lleva tiempo y, para este ejemplo, todavía la tarea de las empresas que innovaron sigue en marcha. Pero, los resultados han sido espectaculares y se reflejan en sus finanzas y en cómo aumentó la satisfacción de los empleados y la imagen de marca.

Este ejemplo demuestra que, aunque la transformación tiene que empezar desde arriba, tiene que reforzarse con comunicación y prácticas en todos los niveles de la organización. Sin este tipo de compromiso, un cambio drástico en la cultura empresarial sería imposible