La desigualdad de posibilidades de crecimiento para los emprendimientos liderados por hombres y mujeres es un tema recurrente que nos compete como sociedad. Las mujeres emprendedoras se enfrentan a múltiples desafíos pero hay más de una oportunidad para abrirse camino en el ecosistema.
Por María Julia Bearzi*
A nivel global el crecimiento de las empresas en los últimos dos años fue más que notorio pero sólo 3 (Kavak, Nubank y iFood) de los 40 unicornios consagrados en la región fueron cofundados por mujeres. Poco, ¿verdad?
La cultura, los estereotipos y prejuicios… Son múltiples las razones por las que las mujeres no están contempladas en la economía como debieran estarlo. Estamos limitadas en nuestra participación para incrementar la productividad laboral del país, además del desarrollo económico y la inclusión. Según un estudio de la consultora McKinsey, en un mundo donde las mujeres participen de la economía de igual manera que lo hacen los hombres, generará un crecimiento anual del PBI de US$2.600 billones. Y eso solo considerando América Latina en 2025.
La falta de apoyo financiero
Se trata de uno de los principales motivos por los cuales no prosperan las empresas de las emprendedoras. A pesar de que los números indican que el 40% de los emprendimientos que nacen en el país son liderados por mujeres, poco más del 5% consiguen seguir vigentes luego de la etapa embrionaria.
Este es un claro indicador de que la iniciativa por parte de ellas está, pero falta un poco de apoyo de parte del entorno. Veamos el panorama de inversión de capital de riesgo en la Argentina del año pasado:
- El total de inversión de venture capital alcanzó un récord de US$15,7 mil millones en 2021 según LAVCA.
- Siguiendo los números arrojados por ARCAP, solo un 11,5% de los emprendimientos financiados contaban con una CEO mujer.
- Mientras que el 13,1% de las startups que recibieron inversión fueron fundadas por mujeres.
- Ahora bien, frente a los equipos de fundadores mixtos las inversiones recibidas escalaron a un 25,3%.
Estos datos son curiosos ya que siguiendo la información del Boston Consulting Group, los proyectos liderados por ellas tienen más del doble de retorno que los liderados por el género opuesto. Entonces en esta línea, respaldar financieramente las iniciativas de las emprendedoras es una apuesta más segura.
Si bien hay cada vez más una sensibilización de la perspectiva de género, aún hay un gran desafío por parte de los inversores de contemplar a las mujeres dentro de sus análisis de inversiones. Sin dudas hace falta que más mujeres decidan sobre las inversiones y formen parte de los fondos. Un paso adelante es el reciente nombramiento de Bianca Sassoon como líder del fondo 17Sigma. Este hito, se suma a lo que vienen haciendo otras mujeres emprendedoras como Marta Cruz de NXTP, Gabriela Macagni de MatterScale y Susana García Robles de WeXchange y Patricia Bindi de HSBC.
Derribemos los estereotipos
No es ningún secreto que las mujeres no generan la misma confianza que los hombres si de negocios se trata. De hecho, varias las veces las fundadoras resaltaron las diferencias en cuanto a las preguntas recibidas a la hora de pitchear sus proyectos frente a inversores. Las de ellas se orientan a cómo van a prevenir el fracaso mientras que las de ellos se enfocan en el crecimiento y expansión.
Sin ir más lejos, según las estadísticas el 70% de los puestos de toma de decisiones está en manos de los hombres. Frente a este desigual panorama es necesario que las emprendedoras puedan tomar decisiones de forma independiente, con menos barreras y limitaciones.
Las oportunidades para abrirse camino
Está claro que hay varias cuestiones que tienen que cambiar, pero al mismo tiempo nos exceden. Entonces la oportunidad está en enfocarnos y empezar a hacer esas otras cosas que sí están a nuestro alcance. Esto no depende más que de nuestra voluntad, esfuerzo y capacidad de resiliencia.
Un punto clave es ganar autoconfianza. ¿Cómo se logra? Empecemos por hacer redes. La comunidad emprendedora es colaborativa por naturaleza. Aprovechemos para conocer personas que ya transitaron el camino que otras recién comienzan. Además de generar empatía nos pone en contacto con nuestras pares y sus propios aprendizajes. Conocer la totalidad del recorrido y no sólo el resultado nos ayuda a humanizar a quienes han llegado a la cima. Nos enseña todo lo que pasó esa persona que hoy es exitosa para lograr sus objetivos y nos estimula a buscar grandes logros para nosotras mismas.
Algunos consejos para tejer redes van desde asistir a los eventos del ecosistema, anotarse en programas de capacitación, aprovechar las conferencias para relacionamiento y eventualmente generar reuniones con esas personas que nos inspiran confianza, admiración y motivación.
Para emprender no hace falta tener un plan perfecto sino creer en el proyecto y el problema que viene a resolver y al mismo tiempo tener la humildad para recibir sea cual sea el feedback. Muchas veces será el que nos indique el momento de pivotar ya sea la idea, el modelo de negocio o el enfoque. La flexibilidad para cambiar el rumbo cuando el contexto así lo requiere es la que puede salvar un emprendimiento de su hundimiento.
En esta línea es un buen ejercicio cultivar la paciencia. Tengamos en cuenta que Roma no se construyó en un día por lo que es probable que a nosotros también nos lleve algo de tiempo, quizás más del esperado, cumplir con las expectativas del comienzo.
La apuesta del ecosistema por las mujeres emprendedoras
Si bien progresivamente las mujeres demuestran su capacidad innovadora y de gestión en los proyectos, todavía queda un largo camino por recorrer para llegar a ver más mujeres al frente.
Es por eso que desde Endeavor trabajamos continuamente para incluirlas cada vez más en el ecosistema emprendedor. Les ofrecemos conexiones con mentores, les presentamos inversores y ponemos a disposición a los expertos de la red en diversos temas para ayudarles a crecer en las prácticas de negocio.
En esta línea, desde hace un par de años desde Endeavor venimos impulsando propuestas exclusivamente para potenciar a las mujeres emprendedoras con diferentes programas de aceleración. Puntualmente hoy, tenemos una convocatoria abierta junto a HSBC con el programa Acelerar Creadoras.
Vamos a seleccionar 50 mujeres que estén liderando sus proyectos para entrenarlas en preparación de pitch, estrategia de crecimiento, expansión, entre otros temas. Dos de ellas tendrán la posibilidad de participar de tres meses de acompañamiento 1.1 de parte de Endeavor.
¿Por qué es tan importante que más mujeres emprendedoras se animen? Porque al final son esas historias las que mueven a otras mujeres a intentarlo y demuestran que es posible un modelo de rol diferente en la sociedad.
*Columna original publicada en El Cronista.