Las formas en las que las personas se relacionan con su trabajo pueden variar tanto como los espacios en los que encuentran libertad. Te contamos cómo detectar tu forma de interpretar la realidad y qué hacer para complementarla con tus intereses.

Ser un apasionado por el trabajo es una suerte que solo tienen algunos. Muchas personas, en cambio, ven al trabajo de otra forma, y sus intereses van mucho más allá de lo que hacen en la oficina. Sin embargo, existe cierto mandato social de encontrar la vocación y hacer de ella una forma de ganar dinero que no se corresponde con la realidad que muchos experimentan a diario.

“Si amas lo que haces, no trabajarás un solo día de tu vida”, se lee entre las frases motivacionales más conocidas de internet. ¿Y qué pasa si no amo lo que hago? ¿Hay algo de malo en usar el trabajo como un medio para otro fin? ¿Qué hago cuando no puedo convertir mis intereses en una forma de ganar dinero? No es la primera ni la última vez que se harán estas preguntas: habrá cientos de ocasiones en que vuelva a suceder.

El trabajo no siempre es la vocación de uno. Y eso, a diferencia de lo que creen algunos pragmáticos, está bien. Hay tantas vocaciones, intereses y pasiones como formas de expresarlos. 

Las formas de vivir una relación laboral

Un estudio realizado por la Universidad de Cambridge encontró que las personas tienen tres formas de vivir una relación laboral:

• Como un job/trabajo: lo hacen para pagar las cuentas. Es una inversión de horas en retorno de una paga, con la que pueden vivir. 
• Como una carrera: lo hacen para obtener reconocimiento y estatus. Es una inversión de horas, para obtener en retorno un ascenso
• Como un calling: lo hacen en respuesta a un llamado vocacional, porque sienten que es lo que tienen que hacer. Quienes lo viven de esta manera son muy pocos, porque solamente el 10% de las personas vive ese llamado vocacional. Generalmente, son artistas, médicos y enfermeras, o personas dedicadas al servicio. 

La experta en disrupción digital, Marina Díaz Ibarra, explicó en el podcast de Endeavor Mindset emprendedor que las personas no tienen un solo interés. Para explicar cómo pueden convivir nuestra labor y nuestros intereses, escribió el libro “Un mundo sin jefes”, en el que muestra que la búsqueda de la libertad cambia con el tiempo y depende de la forma en que vivimos nuestra relación laboral.

Cómo complementar trabajo e intereses

Un estudio de Gallup encontró que a 7 de cada 10 personas no les gusta lo que hacen. Dentro de ese grupo están los que van por inercia y los que odian su trabajo. Entonces, ¿dónde quedan sus intereses? ¿Qué pasa con su vocación?

“Muchas veces nos frustramos tratando de encontrar una vocación o no sabiendo como administrar esos espacios de libertad”, nos contó Díaz Ibarra. Para ella, podemos complementarnos de las siguientes maneras:

• Si tu trabajo no está alineado con tus intereses, se da lo que se conoce como el Síndrome de Batman. ¿Qué significa esto? Tener una actividad laboral formal y complementarla luego con actividades que “nos llenan”. Por ejemplo, ser recepcionista de día y actriz en el tiempo libre. Encontrar esos espacios de libertad es clave.
• Si tu trabajo es una carrera, entonces podés encontrar la libertad en trabajar para organizaciones que representen nuestros intereses. Un ejemplo de esta tendencias es cuando los empleados abandonan la compañía, no para irse a trabajar a la competencia pero sí a ONGs que comparten sus valores.
• Si tenés la enorme suerte de que tu trabajo sea tu vocación, entonces vas a encontrar tus espacios de libertad a través de la tarea.