Un líder colaborativo es un mejor líder

Desarrollo PersonalUn líder colaborativo es un mejor líder

Un líder colaborativo es un mejor líder

Un liderazgo deficiente genera enormes pérdidas en cualquier empresa. Para evitar ser un líder negativo y generar más responsabilidad en tu equipo, te dejamos estos consejos que mejorarán tu toma de decisiones

 

El líder es el que toma la decisión final. Ese enunciado fue, es y será cierto en cualquier empresa, ya que la jerarquía es uno de los aspectos más importantes para una buena organización y un buen funcionamiento de la compañía. Sin embargo, no todas las decisiones que toma el líder fueron elaboradas en soledad, sino que, en la mayoría de las veces, hay un enorme equipo que colabora en el desarrollo de la idea y su ejecución.

 

Si un founder exitoso se encapricha con su prestigio, tiene un exceso de confianza y pretende tener el control total de la toma de decisiones, su éxito podría convertirse en fracaso en el corto plazo. El daño es escalofriante: una investigación de Gallup  estimó que el costo de un liderazgo deficiente y la pérdida de productividad puede ascender a 1,2 billones de dólares por año debido a la falta de compromiso de los empleados. 

 

Cambiar la mentalidad es muy necesario, pero también muy difícil. En el mundo actual, soltar el control sobre la toma de decisiones puede significar un enorme beneficio en el largo plazo: conducirá a mejores resultados y a un equipo más fuerte.  Aquí algunos consejos para que cualquier líder se convierta en alguien colaborativo y de mente abierta

 

1- Analizar la toma de decisiones

Para tomar una buena decisión es muy importante contar con toda la información: aportes, datos, experiencia y diversas perspectivas de los miembros del equipo y las partes interesadas. Si no, una reacción instintiva puede influir en una decisión final errónea. El exceso de confianza también influye en una decisión apresurada: un líder no debe sobreestimar su capacidad, conocimiento o juicio.

 

En este proceso de recopilación, los miembros del equipo deben sentirse valorados: si son incluidos en la toma de decisiones, se generará confianza y mejores relaciones, y hasta se fomentará una cultura de colaboración. Además, alejará al líder de una postura de poder absoluto, muy negativa y, la mayoría de las veces, solo determinada por el puesto que ocupa. 

 

2- Reevaluar la posición de líder

Algunos simples cambios de comportamiento pueden convertir a un lobo solitario un tomador de decisiones más estratégico, colaborativo e inclusivo. Un líder influyente alienta el compromiso, la colaboración y la responsabilidad de su equipo para alcanzar las metas y decisiones colectivas. ¿Cómo se logra? Leer el libro Atomic Habits de James Clear es una gran opción. También se pueden aplicar estas actitudes: 

 

  • Cultivar la humildad: reconocer que no sabés todo y que el objetivo final es lograr las metas comerciales, no tener la última palabra.
  • Ser minucioso: no siempre hay una sola forma de hacer las cosas. Las distintas perspectivas pueden enriquecer el proceso de análisis
  • Practicar la curiosidad: siempre preguntarse qué más se necesita saber. 
  • Pensar a largo plazo: los resultados finales siempre se verán a la larga, por lo que las buenas decisiones deben pensarse con eso en mente

3- Actuar, actuar, actuar

Si el líder ya renovó su mentalidad, solo debe ponerla en acción. ¿Cómo? Para la próxima decisión, por ejemplo, puede hablar con su equipo para que aporten sus perspectivas y perfeccionen las de los demás, incluidas las del propio líder. En este sentido, un buen jefe habla de su posición como una opción y no una decisión tomada: en vez de intentar convencer, dialoga, colabora y da paso a la innovación, un proceso clave en cualquier empresa.

 

Si hace esto, todo el equipo estará involucrado en el proceso de la toma de decisiones. Todos tirarán para el mismo lado, ganar será un objetivo común y no individual, y cada persona buscará mejorar tanto a los demás como a sí misma. Para hacer esto, se puede ejecutar un pre-mortem, por ejemplo. Esta práctica consiste en imaginar en equipo que un proyecto ha fallado y trabaja hacia atrás para identificar las posibles razones por las cuales. Este proceso fomenta la comunicación, la alineación, una mejor toma de decisiones y, en última instancia, mejores resultados.

 

“Líder tiene que ver con el reconocimiento. Jefe implica el poder, liderazgo tiene que ver con la autoridad. Esto significa que una persona puede tener el título de jefe, pero la valoración como líder la da el equipo. Lo ideal sería que una persona comparta ambas cosas”, consideró Alejandro Melamed, de Humanize Consulting, en una charla imperdible con Endeavor.

 

Un buen líder tiene atrás un equipo que lo sigue porque quiere, y no porque está obligado. Jamás habrá garantías de que nada fallará, pero a un equipo convencido, confiado y responsable, ¡quién lo para?

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