De la A a la Z, la cultura organizacional de la empresa tiene que ser compartida por el CEO hasta el empleado más reciente. Enterate por qué es tan importante para la evolución de la compañía y las razones por las que desestimarla pueden llevarte al fracaso.

“Tus actos siempre hablan más alto y más claro que tus palabras” ya decía el escritor Stephen Covey. Y más allá de sus palabras, de una forma u otra todos, consciente o inconscientemente, sabemos que lo que hacemos siempre termina teniendo más peso que lo que decimos.

Sin ir más lejos, veamos el comportamiento de los niños, si su cuidador no hace otra cosa más que gritar, el niño seguramente tome la costumbre de hablar a los gritos más allá de que se le ordene lo contrario. Bien, al igual que los más pequeños, los adultos también funcionamos de la misma manera.

Sebastián Fernández Silva, CPO de Mercado Libre, nos cuenta cuáles son las causas y consecuencias de nuestro comportamiento dentro de la compañía y el valor de una cultura organizacional con bases bien plantadas.

Cultura y gestión de capital humano, los procesos para desarrollar a las personas

Antes que nada, definamos qué entendemos por cultura. Según el líder de equipo de MELI, la cultura responde a cómo cada persona cree que tiene que actuar para pertenecer en la organización de la que es parte y así evitar la exclusión. En otras palabras, es la batería de mensajes que recibimos y nos indican cómo se hacen las cosas en este lugar.

En esta línea, cabe diferenciar lo que es la cultura de lo que conocemos como “clima”. Este último hace alusión a un sentimiento, a cómo se siente uno trabajando en determinado lugar de trabajo. Y como todo sentimiento es dinámico por lo que hay que ir midiéndolo más frecuentemente.

Cómo opera la cultura

El factor principal que diferencia la experiencia de trabajar en MELI, sin duda es experimentar nuestra cultura emprendedora. Una de las principales ventajas competitivas que nos permitió llegar a ser lo que somos hoy, al mismo tiempo que un diferencial para atraer y comprometer a nuestro talento.  Porque si en algo pusimos foco durante estos 23 años de crecimiento es en preservar y multiplicar nuestra cultura emprendedora.

Nuestra cultura emprendedora vibra en cada rincón, en cada operación y en cada una de las personas que integran y se suman a nuestro equipo. Creamos símbolos y alineamos todos nuestros sistemas para que honren y multipliquen esta cultura: tanto a la hora de pensar cómo incorporamos a las personas, les damos la bienvenida, las desarrollamos a través de prácticas de gestión del talento; hasta cómo nos comunicamos con ellas o damos feedback continuo. En definitiva buscamos hacer que esa cultura se haga presente en todo la experiencia de trabajo en Mercado Libre.

Cómo se moldea la cultura

La cultura cambia cuando los mensajes cambian de modo consistente y sostenido en el tiempo. El proceso en cuestión no se da de la noche a la mañana, en vano es apurarlo y requiere un esfuerzo diario apalancado principalmente en el comportamiento de los líderes, los símbolos y el sistema. Veámoslo más en detalle:

• Comportamientos de los líderes: la mejor forma de modelizar la cultura es a través del ejemplo de los líderes, es decir de sus conductas, que hablan mucho más fuerte que sus propias palabras. Cuando se habla de liderazgo, el factor clave es la coherencia y la consistencia entre “lo que decimos y hacemos”, entre lo que prometemos y lo que ofrecemos, es decir el liderazgo con su walk the talk o la cultura puesta en acción. O dicho en palabras de uno de los principios de liderazgo en MELI: Lead by example. La cultura para MELI es clave y se manifiesta a través del comportamiento de los líderes, los símbolos y los sistemas.

• Símbolos y sistemas: en sintonía con lo anterior, el espacio físico también comunica y les da vida a las dinámicas de la organización. Es por ello que los espacios y la simbología tiene que tener coherencia y estar alineada con la cultura y el ADN. En MELI nos aseguramos que todos los sistemas y símbolos reflejen y promuevan esta cultura y que se tomen las decisiones basados en ella:  desde cómo incorporamos a las personas, les damos la bienvenida, las desarrollamos a través de prácticas de gestión del talento, nos comunicamos, damos feedback continuo, es decir en definitiva: cómo es la experiencia de trabajar en Mercado Libre.

Por ejemplo: si elegimos promover a alguien, el mensaje debe ser que esa persona, además de estar haciendo bien su trabajo, es un modelo de rol y lo ejerce alineado a la cultura y el ADN.

«Que Mercado Libre sea reconocida como uno de los mejores lugares en toda la región para atraer, desarrollar y comprometer al talento, es una consecuencia de esa cultura puesta en práctica que en el día a día nos conecta con nuestro propósito: democratizar el comercio y los servicios financieros para transformar la vida de millones de personas en América Latina», concluye el CPO de MELI.