Hay ciertas equivocaciones típicas a la hora de decidir ampliar el equipo, que pueden llevar a pérdidas de dinero, mala administración y hasta un posible burnout
Todo founder quiere una gran empresa, y toda gran empresa necesita de más de una persona para triunfar. De hecho, las compañías más exitosas del mundo cuentan con cientos de empleados. Pero eso no significa darle rienda suelta a la contratación desde un principio.
Formar un equipo o ampliarlo requiere de mucha sabiduría, porque ahorrar o gastar demasiado puede influir muy negativamente en el futuro de tu empresa. Si ya lograste el product market fit —es decir, tu producto o servicio se ajusta perfectamente a las necesidades y deseos de tu mercado objetivo—, entonces contratar no es un problema, sino una enorme posibilidad.
En cambio, en la etapa previa al product market fit, mejor tener en cuenta estos errores para salvarte de tomar decisiones equivocadas.
Los errores más comunes al contratar equipo
Una falla típica es depositar demasiada confianza en un título. Puede que necesites potenciar tus ventas y veas un currículum que diga “vicepresidente de ventas” en una empresa conocida. Aunque eso seduce, quizás esa persona puede dirigir un equipo de 100 vendedores, pero no sabe cómo hacer la primera llamada de ventas, cómo conseguir los primeros 10 clientes… Si el founder conoce el problema mejor que nadie, entonces él mismo es quien debe ocuparse. No se puede contratar para algunas cosas, como averiguar qué quiere el cliente y cómo ajustar el producto para que haga las cosas que necesita. Ese es el trabajo de los founders.
Otro error es querer apagar todos los incendios, por más pequeños que sean. Un founder puede detectar que su empresa tiene seis fuegos grandes y 50 llamas que apenas humean. Algunas de esas llamas serán eventualmente incendios, pero eso no significa que hay que contratar una o más personas por cada pequeño problema para anticiparse, sino solo centrarse en aquello que necesita una solución más urgente. En una etapa temprana, las cosas se llevan día a día.
Esto conduce directamente a una equivocación típica: contratar mucho equipo, muy temprano. El objetivo es ser una gran empresa, sí, y las grandes empresas tienen muchos empleados. Pero no llegaron todos en un año. Airbnb, por ejemplo, recién esperó 18 meses para contratar a su primer empleado, y todos los demás llegaron gradualmente. Por eso es importante conocer la tasa de crecimiento y saber cuándo contratar talento.
Es importante saber también que nunca hay que bajar los estándares. Puede pasar que, como founder, pases mucho tiempo sin encontrar a la persona indicada para un trabajo en específico. No por eso hay que buscar a alguien con menos calificaciones, porque sino eso significa contratar en desmedro de la empresa. Muchas grandes organizaciones sostienen que cada contratación debe aumentar el coeficiente intelectual promedio de la compañía. Ese debe ser el horizonte.
Contratar con criterio
El instinto siempre lleva a pensar que la empresa necesita más gente. Sin embargo, es mejor ser prudente. Una contratación excesiva o atolondrada puede hacer que los founders sean más propensos al burnout si no saben manejar una enorme cantidad de empleados, y hasta los mismos trabajadores pueden estar “quemados” en una compañía que no administra bien sus recursos.
En definitiva, nunca una empresa fracasó porque tiene mucho dinero en el banco, pero sí lo hicieron muchas que se quedaron sin dinero. Contratar en exceso y sin criterio es una de las tantas formas de quedarse sin fondos.
El proceso de contratar puede ser mucho más agotador y causante de burnout de lo que normalmente se imagina. Mejor hacerlo bien.