El Product Market Fit (PMF) define la adecuación entre el producto creado por una empresa y el mercado en el que actúa. En esta nota, te contamos algunos consejos para detectar si tu emprendimiento va por buen camino.
Las dos partes más importantes del modelo de negocio son la relación entre la propuesta de valor (lo que está construyendo) y el segmento de clientes. Estos dos componentes del modelo de negocio tienen nombre propio: Product Market Fit. En pocas palabras, encontraste el PMF cuando tu producto logra solucionar un problema y los clientes deciden usarlo todos los días.
Claves para validar un producto o servicio
Lo primero que queremos señalar es que el éxito para cualquier emprendimiento son la ejecución de las ideas, el equipo y el mercado. Necesitás una solución diferente, rodearte de personas que compartan tu visión y salir a probarlo con el público. En la combinación de estos tres vas a encontrar tu PMF. Algunas recomendaciones para validar tu negocio son:
1- Identificá una necesidad sin atender
No se trata de que tu producto esté diseñado para un mercado enorme, lo más importante es que haya un segmento de la población que resuelva un problema al elegirte. Por esto, es clave definir cuál es el público objetivo e identificar en qué momento de su rutina tu solución se vuelve importante.
2- Probá tu proyecto y ajusta lo que haga falta
Muchos emprendedores suelen preocuparse porque su Producto Mínimo Viable (PMV), es decir, la primera versión del proyecto, sea perfecto o llegue a un gran número de personas el día 1. En verdad, es al revés. Las primeras versiones del proyecto necesitarán ajustes y cambios en función de la respuesta que recibas del público. El secreto está en probar y probar hasta llegar a la mejor versión posible. Por otro lado, probablemente no encuentres un mercado sorprendente que aún no se haya explotado, pero sí un mercado pequeño con una necesidad puntual que tu competidor no esté atendiendo.
3- El Product Market Fit es un proceso
Una vez que captaste a tus primeros clientes, recibiste opiniones y aplicaste mejoras, es momento de ir por más. Sin embargo, hay que entender que, a veces, el producto que teníamos en mente no funciona. Saber detectar estas señales de alerta será vital para pivotear y redirigir los esfuerzos a una versión alternativa, no completamente diferente. Por otro lado, las nuevas tecnologías que se instalan y los cambios en los hábitos de los usuarios requieren una propuesta de valor dinámica.