Dentro del glosario emprendedor, una palabra que no puede pasar desapercibida es intrapreneurship. Y tiene que ver con la identificación de oportunidades, la cuantificación de riesgos, la innovación y la creatividad. Un intrapreneur es aquella persona que decide emprender una nueva unidad de negocio en la empresa, un proyecto, una propuesta innovadora que será capaz de agregar valor desde la disrupción o la incorporación de algo nuevo y novedoso.
¿Cómo son ellos? Algunas de sus cualidades son:
- Liderazgo
- Creatividad
- Pasión
- Visión
- Flexibilidad
- Capacidad de adaptación
- Conocimiento de procesos
- Gestión administrativa
Hasta acá, el intrapreneur no tiene nada de diferente a un emprendedor, pero hace falta dar un paso más. El intrapreneurship trabaja de forma interna dentro de la empresa y no la lidera sino que, por lo contrario, muchas veces debe salir a convencer a los líderes de la organización sobre la viabilidad de su proyecto y cómo puede complementar a lo que ya existe, sin considerarlo una amenaza.
Intrapreneur: optimizadores de recursos, ahorrar tiempo, reducir costos
En esta línea, el principal objetivo que persigue un intrapreneur es identificar oportunidades y/o iniciativas que sirvan para mejorar los procesos actuales y optimizar el uso de recursos, ahorrar tiempo, reducir costos, entre otros. Y de allí se desprende la importancia de definir una meta clara que suponga un beneficio real para la compañía. Algunas consideraciones a tener en cuenta:
- Buscar la opinión de personas de otras áreas que puedan aportar valor al proyecto y, a futuro, darles lugar a que se involucren.
- Identificar si hay otros compañeros que ya están trabajando en una iniciativa similar a la que uno pueda sumarse con una perspectiva diferente.
- Preparar un documento del proyecto para presentar a los directivos de la empresa.
- Buscar datos y proyecciones financieras de cómo la iniciativa traerá mejoras en el corto, mediano y largo plazo.