El miedo al riesgo está en la naturaleza humana y puede impedir desplegar todo el potencial. Conocé cómo enfrentarlo acá.
Tomar riesgos es algo que naturalmente trae diferentes grados de miedo. El riesgo al rechazo, a hablar en público, al fracaso y al cambio son algunos ejemplos de ello. Pero, el problema no es tener miedo sino dejar que este nos impida seguir adelante. El miedo paraliza y trae dudas mientras que la acción nos da confianza y valor.
Sin embargo, algunos expertos consideran que un poco de miedo nos ayuda a dar ese salto de supervivencia. Es así como muchas personas reaccionan con mayor claridad cuando se encuentran bajo presión o en una situación crítica. Autores como Harvey Mackay son de esta escuela. Él es el escritor de varios best-seller que abordan el concepto del riesgo y sugiere algunas recomendaciones para superarlo:
1. Revisá tus responsabilidades
La vida está llena de responsabilidades pero no todas son prioritarias. ¿Cuáles te dan miedo? ¿Cuáles te sacan sueño al final del día? ¿Por qué? Profundizá sobre estas cuestiones y seguí preguntándote «por qué» hasta que hayas encontrado la raíz de ese miedo.
2. Recreá el peor escenario posible
3. Cambiá de foco
Cuando estés delante de una tarea que te produzca miedo, frená y pensá en todos los beneficios positivos que producirá al final. Centrarse en el resultado ayuda a dejar de lado las pequeñas preocupaciones.
4. Probá algo nuevo, diferente
Cada vez que tengas la oportunidad, asumí una nueva tarea o una responsabilidad diferente. Esto aumentará tu capacidad de asumir riesgos. También, te dará nuevas habilidades y aumentará tu confianza.
5. Analizá los riesgos pasados
Mirá hacia atrás y recordá algunos de los riesgos que has asumido. Lo más probable es que muchos de ellos hayan salido bien. Y los que no lo hicieron, son aprendizajes. Averigua qué hizo que las cosas funcionaran (y qué no).
Algunas preguntas para hacer este ejercicio son: ¿Influyó el contexto? ¿Alguien colaboró en el proceso? ¿No todo estaba en tus manos? ¿Se puede repetir lo bueno y aplicarlo a otras situaciones?
6. Aprendé a convivir con lo inevitable
Mackay sostiene que, ocasionalmente, habrá momentos donde resurjan los miedos ocasionalmente. Esto es parte de la naturaleza humana y no puede evitarse. Por eso, el autor recomienda prepararse para convivir con lo inevitable. Teniendo en cuenta los consejos anteriores, al haber enfrentado los miedos antes, con el tiempo no deberían tener un control tan fuerte sobre uno.
En la vida de todo emprendedor tomar riesgos se vuelve una constante. Desde contratar nuevo talento para su equipo, levantar inversión, expandir el negocio al mundo (y muchos más) todo lleva un riesgo. ¿La clave? Salir a enfrentarlo y atravesar el proceso como un aprendizaje.