Seis estrategias para desafiar la incertidumbre y tomar mejores decisiones

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Seis estrategias para desafiar la incertidumbre y tomar mejores decisiones

Los emprendedores se enfrentan a problemas y obstáculos todo el tiempo. Antes que pretender saberlo todo o resolverlos solos, es mejor aplicar estos consejos para alcanzar mejores soluciones y, también, un mayor éxito.

 

Todo emprendedor debe recorrer un camino que incluye grandes momentos, pero también ratos en los que nada es correcto: estancados, abrumados, mal equipados, inseguros… En un mundo tan complejo como este, donde todo corre y todo se actualiza constantemente, esos sentimientos responden a una misma palabra: incertidumbre.

La empresa solo puede progresar si su líder tiene el camino claro. Un mal liderazgo pude impactar negativamente de muchas maneras. Por eso, lo importante es saber liderarse a uno mismo. ¿Cómo? Con estas seis estrategias.

 

Saber decir “no sé”

“Solo sé que no sé nada”, decía Sócrates, mente maestra de la historia humana. Su consejo, ya de miles de años, vale por igual hoy: un líder debe aprender a lidiar con esa incomodidad que surge ante una situación incierta o desconocida. No es saberlo todo, sino querer aprenderlo todo. Con cambiar esa forma de pensar, cualquier emprendedor podrá sentirse menos presionado y rendir mucho mejor.

 

Complicado y complejo no son lo mismo

Aunque son parecidos, estos términos son muy diferentes, y diferenciarlos a la hora de enfrentarse a una decisión puede ayudar a tomarla con más seguridad:

  • Lo complicado es difícil de entender, pero no imposible: con una metodología adecuada y hasta con consultas a expertos, puede solucionarse.
  • Lo complejo, en cambio, supera a veces la inteligencia humana, porque tiene muchos elementos interdependientes a veces desconocidos y a veces cambiantes. Las soluciones, en estos casos, son prueba y error.

 

Así, una legislación puede ser complicada, mientras que el cambio climático es complejo.

 

Nada (ni nadie) es perfecto

Aspirar a ser el líder perfecto, al equipo perfecto, al producto perfecto es directamente inútil. Todo emprendedor debe entender que en su camino habrá errores, malentendidos y obstáculos. Temerle a ellos es, en realidad, el principal obstáculo. Mejor es apuntar al progreso, aprender de quienes fracasaron y quienes tuvieron éxito y, en última instancia, soltar un poco la soga: no todo puede controlarse.

 

No subestimes los desafíos

A veces, dividir un problema por partes y abordar cada una por separado puede parecer ideal. Tratarlo como algo que ya sucedió -y aplicar la misma solución-, también. Sin embargo, eso a veces puede darte una falsa sensación de seguridad: pensarás que está todo bajo control, pero en realidad tu visión estará limitada. Mejor es, entonces, abordar cada problema con disciplina y minuciosidad.

No lo hagas solo

Muchos líderes piensan que tienen que resolver todo por sí mismos. Algunas veces puede servir, pero otras veces ese enfoque puede desembocar en verdaderos desastres. Antes que esperar que venga una ayuda en forma de salvataje, mejor es ir a buscarla y crear una red de apoyo. Un líder colaborativo es un mejor líder.

 

Admitir que nada es perfecto y que no se sabe es parte de esta estrategia: solo a partir de ese reconocimiento es posible buscar ayuda. Recibir asistencia no solo no es una muestra de debilidad, sino que además permite obtener enfoques, perspectivas y experiencias distintas que, trabajando en conjunto, pueden llegar a una solución mucho mejor.

 

Soltá la lupa

Un emprendedor lo da todo por su empresa, y eso significa que también le pone cuerpo y alma a los problemas. Eso, aunque parece correcto en la teoría, puede significar un perjuicio muy grande en la práctica. Estar demasiado inmerso en un desafío hace que los líderes pasen muchas cosas por alto.

 

Por eso, valga la redundancia, es mejor ver los problemas desde lo alto. Solo así se podrán detectar patrones, relaciones, obstáculos imprevistos y hasta soluciones. Mirar desde adentro y desde arriba puede ayudar a que un líder entienda cómo resolver los desafíos y así derrotar la incertidumbre.

 

Aunque nunca vas a poder eliminar toda la incertidumbre en tus decisiones, estas estrategias te permitirán nuevas habilidades y te darán la confianza necesaria para detectar cuáles son las mejores alternativas para cada situación.

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