El thought leadership no solo posiciona a una marca como líder en su industria, sino que también fortalece su relación con los clientes. Descubrí cómo tu marca puede destacarse con estas estrategias efectivas.
En un mercado saturado de información y competencia, el thought leadership emerge como una herramienta poderosa para que las marcas se diferencien y aporten verdadero valor a sus audiencias. A través de una combinación de investigación original, perspectivas innovadoras y colaboración con expertos, las marcas pueden posicionarse como referentes en su industria y crear una conexión más profunda con sus clientes.
Para desarrollar una estrategia de thought leadership exitosa, es crucial entender las necesidades y desafíos específicos de tu audiencia. No se trata de vender directamente, sino de proporcionar insights y soluciones que solo tu marca puede ofrecer. Desde adoptar un enfoque centrado en el cliente hasta combinar diferentes campos de expertise, cada paso debe estar cuidadosamente planeado y ejecutado para maximizar el impacto y la relevancia del contenido.
¿Cómo se desarrolla contenido de thought leadership?
Hay ciertos consejos para impulsar a la marca en este camino:
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- Hacé una investigación original: esto produce nuevos conocimientos que pueden aplicarse a los desafíos de los clientes. Pensá en qué aspectos tu marca tiene capacidad de profundizar o datos que le permitan sacar conclusiones originales y aprovechalos.
- Adoptá una perspectiva contraria: una posibilidad es intentar un approach customer centric. Que tu marca pueda ayudar a mirar un problema desde un ángulo novedoso.
- Combiná tu expertise: usar el pensamiento de una disciplina y aplicarla en otra, uniendo dos campos de experiencia aparentemente no relacionados, es una perspectiva que casi automáticamente encuentra un espacio de referencia.
- Interactuá con otros expertos: esto da acceso a la marca un pensamiento más avanzado y mucho más influyente y, además, quien está del otro lado va a difundir la colaboración y te va a dar valor a partir de la asociación de su nombre con tu marca.
- Entender realmente quién es tu audiencia: enfócate a aportar valor a necesidades específicas, no vayas por lo genérico.
- Pensar qué otros objetivos de negocio querés alcanzar con tu estrategia: es imprescindible para saber qué es lo que tenés que hacer.
- Enfocate los problemas del momento: pensá en tópicos que estén en la intersección de las tendencias, de lo que se está hablando, de los dolores de tus audiencias y de las prioridades de tu compañía.
- Analizar si tu contenido va a aportar valor a tus clientes: compartí insights y perspectivas que solamente tu marca puede aportar.
- Definir quiénes van a ser los rostros de tu organización: que tus ejecutivos, expertos, asesores compartan sus ideas aportando estilo personal, autenticidad y humanidad. Cuanto más humanas sean las marcas, mejor.
- Definir cuál es tu estrategia para sobresalir: hasta las mejores ideas no tienen impacto si no están bien presentadas. Buscá maneras creativas e inesperadas de contar tu historia para resaltar y captar la atención.
- Pensar si tu contenido no es extremadamente vendedor: resistí el impulso natural a hablar demasiado de vos y a vender. En esta estrategia, la venta llega mucho después, así que mejor aportar luz a los problemas de tu cliente y aportar las preguntas y consejos adecuados primero.
- Analizar si tenés las herramientas necesarias para medir: asegúrate que tenés la tecnología y la capacidad necesaria para obtener y analizar datos que te permitan entender la performance de tu contenido.
Lo más importante que hay que saber es esto: es un camino que debe hacerse sin prisa, sin pausa y de manera consistente. Muchas veces los frutos se ven muchos años después.