Crear startups, fundar empresas que se convirtieron en corporaciones y hasta invertir en aquellas que prometen cambiar el mundo, son algunos ingredientes de la receta.

Alec Oxenford tiene una destacada trayectoria en la creación de startups tecnológicas: cofundó DeRemate.com y Dineromail.com en 2003. Luego, OLX en 2006 y Letgo en 2015, dos de las plataformas de clasificados online más grandes del mundo. Además de tener un MBA de Harvard Business School, Oxenford es un apasionado del arte y promotor de iniciativas culturales.

Esa carrera no se logró de la noche a la mañana, sino que requirió años y años de dedicación absoluta. El emprendedor argentino convertido en inversor (es cofundador de Alpha Capital) contó en la Experiencia Endeavor 2024 las enseñanzas que le dejó su carrera y cómo llegó a ser quién es hoy: un emprendedor global serial.

Pensar las decisiones en el largo plazo

En la carrera de un emprendedor, esa etapa llega bastante rápido: ¿conviene estudiar o lanzarse a emprender? ¿Vale la pena una maestría? Actuar con el horizonte en mente, y no solo pensando en los beneficios en el corto plazo, es esencial.

Saber que se puede jugar en todos lados

Muchas veces el emprendedor se autolimita, porque no piensa en grande o asume que no tiene la capacidad de llegar a ciertos lugares. Pero con el networking no existen límites: el conocer gente de distintos países amplía la geografía y da oportunidades que de otra manera no llegarían.

Ser selectivo con la gente

El día tiene apenas 24 horas. Sacando las que se le dedican a comer y dormir, el tiempo es muy escaso. Por eso, mejor pasarlos con gente que vale la pena: que nos sume, que escale a largo plazo, con la que nos imaginemos haciendo cosas mucho tiempo para adelante.

Formar un buen equipo

Todo emprendedor tiene la necesidad de armar equipo. Esa selección es fundamental, porque va a ser la base, el ADN y la cultura de todos los que vienen después. ¿Qué se necesita? Sobre todo, gente apasionada: solo así estarán involucrados al 100%.

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Lanzar un beta lo más rápido posible

Es clave hacerlo muy rápido, porque ese es el primer vistazo que van a tener los usuarios que te darán la información para hacer el producto verdadero, con el que tal vez apuntes a ganar.

Tener buen timing

El timing es todo. No hay muchas decisiones buenas o malas: tienden a ser más oportunas o inoportunas. Lo que tiene sentido hoy no tiene sentido mañana, y al revés. 

Asegurar un ADN

Es fundamental asegurar un ADN, buena onda, una energía positiva y un sentido de comunidad que permita escalar sin procesos, sin instituciones y sin historia. La única manera de avanzar es con un ADN común, una visión compartida y una cultura, y eso es un rol principalmente del founder.

Elegir buenos socios

Hay pocas decisiones más importantes que elegir socios. Un founder rara vez tiene éxito solo: la mayoría de los emprendedores lo hacen con socios. Una vez elegidos, deben volverse embajadores, el uno del otro, y viceversa. 

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Hacer apuestas

A veces el mejor mercado no es el que tenés más cerca, sino aquel en el que veas más potencial, aún con limitaciones enormes como experiencia o idioma. Puede salir bien o puede salir mal, pero el mayor crimen es no intentarlo.

Disfrutar

Parece algo básico, pero muchas veces los emprendedores lo olvidan: son los primeros en llegar y los últimos en irse, y si las cosas salen mal piensan que es porque falta más trabajo. En realidad, la esencia está en divertirse y pasarla bien, porque con esos dos factores las personas se vuelven mucho más productivas. 

Detectar las tendencias globales

En un mundo donde todo se segmenta, entender el rumbo global puede darte un salto de calidad. Google funciona en todos lados, aunque no todos los lugares son iguales. Según el fundador de OLX, los clientes de Brasil e India son muy similares, aun cuando sus culturas son enormemente diferentes.

Poner de uno en lo que lo vale

A veces los emprendedores le dedican tanto a una empresa que olvidan su vida personal y sus pasiones. Sea la familia, el arte, el deporte o los viajes, nunca hay que olvidar lo que a uno lo hace feliz, lo entretiene y lo satisface.

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