Idealmente toda empresa debería apuntar a generar mayor igualdad y bienestar y una menor degradación ambiental con cada medida que toma. Entre la vasta cantidad de propuestas para desarrollar este tipo de impacto existen una serie de principios que pueden encaminar nuestras decisiones hacia el objetivo.
¿Qué genero con cada decisión que tomo? Hoy en día, las empresas no solo se miden en números y en rentabilidad. Hoy, el impacto social, ambiental y económico que generan con cada decisión que toman también es importante.
A la hora de decidir, hay muchos elementos a tener en cuenta: objetivos, desarrollo, personal, medios… Tan importante como las decisiones es el proceso para tomarlas y, como marcan los tiempos que corren, eso debe estar acompañado de una evaluación de impacto y una consideración de los efectos que tiene cada paso que da la compañía. ¿Cómo se puede hacer esto? Hablar de que todas las decisiones conduzcan a un mundo cada vez más orientado a generar valor es fácil, pero ponerlo en práctica, no tanto.
Para eso, nació Social Value International (SVI), una red global de profesionales enfocada en el impacto social y el valor social; y una de las múltiples opciones en busca de cambiar la forma en que la sociedad y los emprendedores entienden el valor. Ellos elaboraron los “Social Value Principles”, una serie de principios “para cualquier persona que quiera tomar decisiones tenga en cuenta una definición más amplia de valor, con el fin de aumentar la igualdad, mejorar el bienestar y aumentar la sostenibilidad ambiental”.
Qué es el Social Value
¿A qué apuntan estos principios? Según explicó la SVI, el valor social quiere “comprender la importancia relativa que las personas otorgan a los cambios en su bienestar y utilizar los conocimientos que obtenemos de esta comprensión para tomar mejores decisiones”.
“Al tener en cuenta esta importancia relativa, podemos asegurarnos de que las decisiones que tomamos se centren en lo que es valioso para las personas y, a través de esto, podemos comenzar a aumentar los efectos positivos y reducir los efectos negativos y, en última instancia, aumentar el valor general de nuestro trabajo”, explicó la organización.
Los Social Value Principles
Bien aplicados, estos principios permiten hacer un seguimiento coherente y creíble del valor que se está creando o destruyendo. Además, te permiten entender que cada paso que se da depende de las necesidades del público y de las decisiones que se vayan a tomar.
¿Cuáles son los principios? Se delimitaron ocho:
- Involucrar a las partes interesadas: Informarles qué y cómo se mide el valor social. Las partes deben ser identificadas y consultadas a lo largo de todo el análisis, para que el valor y la forma de medirlo se basen en los afectados por la actividad.
- Comprender qué cambia: Saber cómo se crea el cambio y evaluarlo a través de las pruebas recopiladas. El valor se crea para o por los diferentes grupos de interés como resultado de distintos tipos de cambio; cambios que los grupos de interés pretenden y no pretenden, así como cambios que son positivos y negativos.
- Valorar las cosas que importan: Tener en cuenta los valores de las partes interesadas, es decir, qué importancia le dan a los distintos resultados. Se puede hacer, por ejemplo, con indicadores financieros. Además de revelar las preferencias, permiten comparar el valor con el coste de la actividad.
- Solo incluir lo necesario: Solo así se puede dar una imagen fiel, de modo que las partes interesadas puedan extraer conclusiones razonables sobre el impacto. ¿Cómo saberlo? Una forma es pensar en si una parte interesada tomaría una decisión diferente sobre la actividad si se excluyera un dato concreto.
- No exagerar: Contar con bases, tendencias y puntos de referencia para ayudar a evaluar hasta qué punto un cambio está causado por la actividad, en contraposición a otros factores. Permitirá que otras personas u organizaciones comprendan mejor cómo pueden contribuir a crear valor, evitando resultados negativos y fomentando un enfoque sistémico o colectivo para lograr resultados.
- Ser transparente: Cada decisión tiene que explicarse y documentarse. El análisis será más creíble cuando los motivos de las decisiones sean transparentes. Y cada una debe tener en cuenta:
- las partes interesadas
- los resultados
- los indicadores y los puntos de referencia
- las fuentes y métodos de recopilación de información
- los distintos escenarios considerados
- la comunicación de los resultados a las partes interesadas.
- Verificar el Resultado: Se necesita una garantía independiente adecuada para ayudar a las partes interesadas a evaluar si las decisiones tomadas por los responsables de la cuenta fueron razonables o no.
- Ser receptivos: quienes toman las decisiones deben aplicar un enfoque de gestión basado en tres tipos de decisiones:
– estratégicas: fijar objetivos en consonancia con los objetivos de la sociedad.
– tácticas: elegir las actividades que mejor permitan alcanzar los objetivos
– operativas: introducir mejoras en las actividades existentes.
El enfoque de gestión también debe incluir la programación de la toma de decisiones, la contabilidad del valor social con un grado adecuado de rigor y la elaboración de informes externos para la rendición de cuentas.
“Aunque los Principios brindan un marco coherente, no crean un enfoque único para todos, y se pueden aplicar de manera efectiva para cumplir con el nivel de rigor requerido para cada escenario, desde la toma de decisiones operativas hasta la inversión a gran escala”, advirtió la SVI.