Aunque no sea un camino sencillo, para un emprendedor, manejar la frustración es parte de su rutina y también de su crecimiento.
Liderar una empresa o trabajar en ella trae frustraciones frecuentes y lamentamos decirte que no hay una salida fácil. Solemos escuchar muy seguido a los emprendedores sentirse agobiados todo el trabajo que implica desarrollar la compañía desde cero, lidiar con contextos adversos, encontrar el talento adecuado para contratar o superar cierto techo de crecimiento que no se está logrando. Aunque no sea un camino rápido, es posible transformar estos desafíos en crecimiento. Para un emprendedor, manejar la frustración es parte de su rutina.
Tres pasos para transformar la frustración en mejores procesos
1.Desarrollá tu inteligencia emocional
La inteligencia emocional es nada más y nada menos que aprender a reconocer las emociones y cómo se originan. Se trata de un proceso reflexivo que permite identificar situaciones que generan enojos o bloqueos y que no permiten avanzar hacia un determinado objetivo. Los emprendedores que desarrollan su inteligencia emocional, al encontrarse con una frustración conservan lo que les sirve, desechan lo que no, y desarrollan una estrategia de crecimiento cada vez más efectiva.
2.Tomá distancia del problema
Los emprendedores están acostumbrados a resolver problemas con más acción. Sin embargo, esta no siempre es la mejor alternativa. En vez de tomar una decisión rápida, si estás bloqueado, es un buen momento para tomar un descanso, cambiar tu entorno, pensar y sólo después entrar en acción.
3.Sistematizá tus frustraciones
Una vez que lograste identificar aquello que te frustra y tomaste distancia del problema; es momento de sistematizar. Se trata de describir el problema de la forma más detallada posible para, a partir de la información, generar un plan de contingencia o un sistema que te ayude a lidiar con ella. Para que este sistema sea sostenible en el tiempo te recomendamos generar algunas métricas claves que permitan evaluar resultados. También es importante actualizar constantemente los problemas y desafíos nuevos que aparecen a medida que la empresa crece.
Calma. La frustración es un sentimiento frecuente entre los emprendedores, el desafío es encontrar en cada una de ellas un motivo para dar el siguiente paso de crecimiento en tu empresa ¿Te animás a poner en práctica el método que compartimos y transformar la frustración en procesos?