Hacer que tu startup sea atractiva para el talento no depende solamente de un buen sueldo, también entran en juego la pasión, las buenas prácticas y los buenos productos. Te contamos las claves para que te elijan.
Una startup puede nacer de una sola persona, pero es casi imposible que solo esa persona pueda llevarla al éxito. Tener un equipo, un socio o empleados es vital para que cualquier emprendimiento pueda desarrollarse, escalar y prosperar. Por eso es necesario armar un buen equipo. Pero alto ahí, primero hay que convencerlos.
“¿Cómo consigo un cofounder?” o “¿Cómo consigo a mis primeros empleados?” son preguntas que siempre se escuchan en el mundo emprendedor. Son más que válidas: no solo tenés que convencerlos de tu idea y tu plan, sino también competir con las grandes compañías que también buscan llevarse a los mejores talentos.
Paso uno: convencerte a vos mismo
Lo primero que tenés que hacer es estar convencido de tu idea. Sin eso, ¿cómo vas a convencer a alguien más? La pasión es el primer paso, porque las personas, ya sean trabajadores o clientes, se dan cuenta de cuando alguien no está convencido de lo que quiere hacer.
Esto no solo presenta un problema a la hora de atraer empleados, sino también cuando llegan los problemas -que siempre llegan-. Quienes no están convencidos de una idea o un proyecto, tienden a abandonarlo cuando se presentan obstáculos. En cambio, quienes están convencidos son capaces de superar casi todo, aún hasta cuando se quedan sin dinero.
¿Cómo convencerte a vos mismo? Es una cuestión de detección: cuando tengas una idea que no podés sacarte de la cabeza o te das cuenta de que un emprendimiento no se siente como trabajo, entonces ese es el camino. En el fondo, es igual de difícil tener éxito en una startup que no te importa -pero que es más viable en los números- que en una que sí te importa. ¿Cuál vas a elegir?
Paso dos: convencer a los demás
Si ya lograste el primer paso -el más importante- queda salir a convencer a otras personas de tu emprendimiento. La pasión es siempre el factor principal, pero también hay distintas técnicas para transmitir mejor tu idea y tu proyecto.
- El plan del éxito: no todo son sueños. Mostrá que hay una oportunidad de hacer un cambio real y lograr ganancias, tanto para ellos como para la propia empresa. No solo es mostrar a dónde vas, sino cómo planeás llegar.
- No es un “yo”, es un “nosotros”. Hacer que las personas se sientan parte del camino de una startup logra un compromiso mucho mayor. Decir “lo lograremos” o “lo haremos” demuestra la confianza en que no solo la startup está llegando a buen puerto, sino también que el empleado será parte de ese proceso.
- Oportunidades únicas: un emprendimiento también tiene ventajas sobre las grandes empresas. La posibilidad de tener horarios o hasta vacaciones flexibles, experiencias muy distintas, la sensación de construir algo desde cero y el sentimiento de lograr un cambio efectivo y palpable son algunos de los beneficios que ofrece una startup.
- Que tu producto o servicio hable por sí mismo: A veces, lo único que se necesita es que una persona vea un producto o servicio para ser parte de un emprendimiento. Con un producto o servicio que la gente apoya, la cantidad de personas que quieran sumarse aumentará considerablemente.
- Que tu startup sea una inspiración: Muchos talentos prefieren trabajar con pequeñas empresas emergentes con altas oportunidades de crecimiento en lugar de grandes empresas establecidas con un potencial de crecimiento limitado. No siempre es necesario un producto disruptivo: un emprendedor apasionado y con rasgos de líder es igual de atractivo.
Atraer y retener talento es uno de los factores más importantes para lograr que una startup se convierta en una empresa de alto calibre y, por qué no, un unicornio.